sábado, 27 de abril de 2013

¿Cual es el valor de la confianza del cliente?


Confianza: “Creencia de que la otra parte realizará acciones que tendrán resultados positivos, así como la creencia de que la otra parte no realizará acciones inesperadas que podrían terminar en resultados negativos” (Andeson y Narus, 1990).

Parece ser que Confianza lleva un tiempo siendo la palabra de moda. Todo lo que nos pasa últimamente (para bien o para mal) es debido a una crisis de la misma, o  como consecuencia de actos para obtenerla/recuperarla.

Pero ¿qué es la confianza?, Esa palabra a la cual parece que a ratos se le atribuyen poderes mágicos. ¿Es algo más que un mero vocablo? Probablemente sí, aunque a los que tanto le gusta usarla, no tengan ni idea de su Significado.

Desde el punto de vista del marketing (algunos, seguro que ya estabais evocando otros estamentos) existen varias definiciones e incluso Murphy y Gundlach (1997) proponen diferentes tipos: calculada, verificable, recíproca, ganada e incuestionable.

La definición que he elegido en este caso, a mi me parece muy sencilla y acertada es la siguiente: Confianza: “Creencia de que la otra parte realizará acciones que tendrán resultados positivos, así como la creencia de que la otra parte no realizará acciones inesperadas que podrían terminar en resultados negativos” (Andeson y Narus, 1990).

Sea como sea, lo que sí que está bastante claro es que es un elemento básico y  la piedra angular para establecer vínculos con las empresas a largo plazo.

De lo que se desprende que la supervivencia en el tiempo de la empresa pasa por establecer y potenciar dichos vínculos de confianza con sus clientes, máxime en tiempos de incertidumbre y crisis como los que vivimos.

Porque la confianza está íntimamente ligada a la fidelidad (otra palabra cuasi mágica). Sin confianza no existe posibilidad de que haya fidelidad ni lealtad, ¿confiarías tú en alguien que cambia de opinión a cada rato y que no cumple con sus compromisos adquiridos? Yo no.

Dentro de la confianza, la credibilidad o intención  y habilidad para cumplir las promesas y la benevolencia, es decir, preocupación sincera y recíproca de cada una de las partes, son los aspectos más relevantes o fundamentales.

Que nuestros clientes, amigos o compañeros pierdan la confianza en nosotros, es algo nocivo para nosotros mismos y nuestra imagen personal, sobre todo si se es una empresa, ya que siendo una persona física siempre es menos complicado recuperarla, dialogando uno a uno con los “defraudados”.

Pero la confianza no es algo que los demás pierden en nosotros, espontáneamente, somos nosotros los que provocamos esa situación, olvidando nuestras promesas o el bienestar de la otra parte debido a nuestro ¿egoísmo?

Así, empresas como La Cocinera, o Nestlé, por ejemplo,  debido en este caso, a una falta de credibilidad (intención  y habilidad para cumplir las promesas)  en este caso, se ven obligadas a recuperar la confianza de sus clientes.

De todas maneras, he notado cierta “laxitud” por parte de los ciudadanos. Pensaba que el escándalo haría caer corporaciones enteras, y que estas se tirarían a la calle inmediatamente a pedir perdón.

Nada más lejos de la realidad. Debo ser algo ingenuo, afortunadamente.

Porque para mí es un problema de pérdida de confianza en la marca, más que un problema sanitario (aunque tiene las dos vertientes).

Parece que se alzan muchas voces diciendo que comer carne de caballo no tiene nada de malo, (y es verdad, en este caso solo puede haber un pequeño riesgo por el tema de los antibióticos) y eso ha reducido el impacto de lo verdaderamente importante: Nos habéis  engañado.

Ya sea por acción, intencionadamente, o por omisión, no ser diligentes, el resultado es el mismo. Lástima que haya perdido fuerza como comentaba anteriormente con si se puede o no se puede comer dicha carne. ¿Mano “oculta” de los implicados para desviar la atención? Yo lo habría hecho a así.

El valor de confianza debe estar en horas bajas, pues nos están probando 
permanentemente tanto empresas, como políticos, comercios, y casi no hacemos nada. Nadie confía en casi nadie pero no tiene efectos tangibles. Todo sigue más o menos igual.

Y yo sigo a lo mío, con mi ingenuidad, exaltando el valor de la confianza. Y es que si alguien hace lo necesario para que la pierda en él, tendrá que trabajar y mucho para recuperarla.

Mientras tanto, os dejo el vídeo de La Cocinera, por si os sirve para recuperar la confianza en ellos. A mí no me hará cambiar de opinión.





4 comentarios:

  1. Hola David,
    Eres todo un gurú de la fidelización.
    Enhorabuena por tu post, francamente de lo mejor que he leido en mucho tiempo.
    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Florent,

      Te agradezco enormemente tu apoyo y seguimiento a mi blog. Lo de gurú, ya me gustaría, pero positivamente, que últimamente están bastante devaluados.

      Cuando alguien se pasa por aquí y comenta, siempre es una fuente de energías para seguir escribiendo y sobre todo si es de alguien como tú tan metido y reconocido en el mundo del marketing.

      Un abrazo!

      Eliminar
  2. Hola David! enhorabuena por tu nuevo post. Gracias por poner los puntos sobre las "íes" y recordarnos que valores como la confianza son muy difíciles de recuperar, que debemos ser como "clientes" un poquito más selectivos y obligar en cierto modo a las empresas a cuidar esa confianza.
    Llamativo el vídeo de La Cocinera, en donde se ensalzan los valores que más se han visto perjudicados con las noticias de los últimos tiempos. Más que recuperar la confianza, creo que provocan el efecto contrario. Si al menos sirve para que se pongan las pilas...
    Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por tus comentarios Montse;

      La verdad es que solo pretendía compartir mi punto de vista respecto a este tema, como suelo hacer con todos los demás ;-)

      Me parece que últimamente piden confianza en ellos todos los que no la ofrecen.

      Yo cambiaría el verbo confiar y en lugar de "yo confío, tu confías, el confía" lo conjugaría: "tu haces que yo confíe, yo hago que tu confíes, nosotros hacemos que el confíe".

      Por que la confianza hay que ganársela, no aparece ni desaparece de manera espontanea.

      Muchas gracias por tus comentarios y dedicar un ratillo a dejar aquí tus opiniones.

      Saludos!

      Eliminar