sábado, 29 de diciembre de 2012

Si quieres fidelizar a tu cliente, crea un ritual alrededor de tu marca.


Los rituales forman parte importante en nuestro día a día.
 
Un ritual es una serie de acciones, realizadas principalmente por su valor simbólico. Son acciones que están basadas en alguna creencia, ya sea por una religión, por una ideología política, un acto deportivo, por las tradiciones, por los recuerdos, la memoria histórica de una comunidad. El término "rito" proviene del latín ritus.

Rito: Se trata de una costumbre o ceremonia que se repite de forma invariable de acuerdo a un conjunto de normas ya establecidas.

Desde la ducha y el café antes de salir de casa, coger la misma ruta para ir a trabajar, o seleccionar un tipo de ropa determinado, según la ocasión, es un rito.

Mi amigo Jordi, en la época universitaria, se ponía una vieja camiseta interior cuando salíamos de noche los fines de semana. Eso le traía suerte, según él. Hasta que un día su madre se la encontró y la tiro de vieja que estaba.

¿Adivinas? Sigue teniendo el mismo éxito con las mujeres, unos cuantos años después, y sin su camiseta de la suerte.

Los rituales nos ayudan a enfrentarnos al mundo, a salir de nuestra zona de confort, que según para cada persona será más o menos amplia y adentrarnos en la zona de incertidumbre.

Son actos no racionales nacidos de la idea que a través de estos podemos manipular el futuro, aunque no haya una relación causal entre el acto en sí y el resultado.

Mientras más imprevisible se vuelve el mundo o el futuro, más nos obcecamos con la idea de controlarlo, al menos de no perder el control sobre él.

Entonces es cuando adoptamos mayor cantidad de rituales o costumbres que nos hagan sentirnos más seguros, para poder reducir el nivel de ansiedad y continuar hacia adelante.

En 2007, la BBDO Worldwide identificó los 4 rituales más importantes que se producen desde que inicia hasta que termina el día. 

El primer ritual es cuando recién nos levantamos y nos preparamos para hacer frente al día. Esto requiere una serie de acciones como tender la cama, vestirse, bañarse, lavarse los dientes, etc.

El segundo tiene que ver con el hecho de compartir la comida con otras personas, desde un desayuno familiar, hasta la reunión social del trabajo para celebrar algún cumpleaños, por ejemplo.

El tercero tiene que ver con las “salidas” después del trabajo, y con una serie de preparaciones que esto conlleva como nuestra apariencia, el traslado al destino, etc. 

Y el último tiene que ver con la protección que hacemos de nosotros y de los nuestros antes de ir a dormir, como apagar la luz, programar la alarma, cerrar puertas y ventanas, preparar la ropa para el día siguiente, etc.

¿Cómo pueden usar o usan las marcas los rituales?

Las marcas asociadas a rituales o supersticiones, nos dan la ilusión de tranquilidad y pertenencia.

Los rituales nos ayudan a forjar conexiones emocionales con las marcas y los productos y pueden influir de manera poderosa en lo que compramos y como lo hacemos.
 
Estos pueden ser estratégicamente diseñados por la marca o bien nacer de manera espontanea por parte del consumidor, como el caso de la cerveza Coronita y el limón.

Fue un camarero (en 1981) quien como resultado de una apuesta, introdujo por primera vez la rodaja de limón en el cuello de la botella para ver si los clientes le imitaban.

Por otro lado, nos ayudan a identificar y diferenciar las marcas unas de otras en un mundo donde cada vez esto es más una tarea imposible y donde reina la homogeneización de los productos.

Las marcas que están presentes en todos estos actos del día a día, tienen mayores probabilidades de supervivencia que las que no lo hacen o solo de manera espontanea.

Por ello, muchas marcas crean sus propios rituales. Como se debe comer una galleta (Oreo), como de fría se debe tomar una cerveza, incluso la importancia de compartir el producto (Donettes), socializando en este caso el consumo de dicho producto.

Incluso el caso de los bombones Ferrero Rocher, que han creado un ritual a partir de la estacionalización del producto. (Ya sabes, que no se venden en verano).

Por poner un ejemplo más, actualmente hay un spot publicitario de varias marcas conjuntamente, donde consumidores defienden estas frente a las marcas blancas, hablando de sus propiedades y los efectos que estas tienen para ellos. No deja de reforzar la idea del hábito y de cómo éste ha generado su confianza y seguridad respecto a estas marcas.

El simple hecho de usar la marca que consideramos adecuada, (recordar que el 53% de los adultos y el 56% de los adolescentes utilizan las marcas que recuerdan de su infancia), nos hace sentirnos más seguros y esto sumado a la sensación de familiaridad con el producto, genera altos niveles de fidelidad hacia la marca en cuestión.

Comprar un determinado producto, es muchas veces, más el resultado de un comportamiento ritual que de una decisión consciente.

Y es que los rituales y supersticiones pueden influir de manera poderosa sobre lo que compramos y el modo de hacerlo.

Y tu ¿cuál es el ritual que realizas después de leer mis post?

Yo los twiteo.

lunes, 24 de diciembre de 2012

Papá Noel salva a Coca-Cola de su crisis de reputación (1931)



Domingo 22 de diciembre. Voy paseando con mi mujer Patricia y mi hija de 3 añitos,  Alejandra (yo le llamo Alex, pero a mi mujer no le gusta nada).

La calle está llena de luces de Navidad. La gente se le ve feliz y atareada. Entran de una tienda en otra buscando los regalos de última hora El 24 viene Papa Noel.

Y en cada esquina nos encontramos un señor bonachón, con una larga y canosa barba, traje rojo y que va regalando caramelos al grito de “ho, ho, ho.
Y  repente le pregunto a mi mujer: “¿Sabes de qué color es el traje de Papa Noel?”

Ella me mira sorprendida y me contesta: “de que color va a ser cariño, rojo” Y se sonríe.

Y tú, ¿de qué color crees que es el traje de Papa Noel?

¿Verde? Acertaste.

Entonces conocerás la verdadera  historia de porqué siempre lo vemos rojo y blanco y del poder de una gran campaña de Navidad de los años 30.
Vamos a recordarla juntos.

En 1931, Coca Cola sufría lo que llamamos ahora una crisis de reputación. Se empezó a extender la idea de que era una bebida poco saludable.

Entonces, los directivos de la empresa decidieron crear una campaña en torno a Santa Claus, personaje que gozaba de muy buena reputación desde que los holandeses lo introdujeran en Nueva Ámsterdam sobre 1800. (lo que es actualmente la isla de Manhattan)
Gracias fundamentalmente a Washington Irving, el cual lo denominó “el guardián de New York”, su popularidad se desbordó.

En aquella época era representado de diversas maneras, entre ellas como un gnomo, bajito y regordete, a medio camino entre la magia, la tradición y la fantasía.

Para su campaña, coca Cola encargó al dibujante de origen sueco, Habdon Sundblom, que remodelara la imagen de Santa Claus, creando la que actualmente conocemos hoy en día. 

Como modelo tomo a un vendedor jubilado llamado Lou Prentice, para que su iconografía fuera más realista. Y le otorgó los colores corporativos de la marca, rojo y blanco su ropaje, tal y como lo conocemos actualmente.

Posteriormente Coco-Cola se encargo de que Papá Noel (o Santa Claus, recibe numerosos nombres en todo el mundo), apareciera en diversos centros comerciales recogiendo las peticiones de los niños, con ellos en brazos.

Sundblom murió en 1976, pero durante todos esos años fue el responsable de la imagen de Santa Claus, llegando a utilizarse a sí mismo y sus familiares como modelos para sus dibujos.

Sobre si Coca-Cola fue la primera en dibujar a Papá Noel de rojo y blanco o no, la respuesta parece ser que no. Parece ser que sobre 1866 ya aparecen algunas ilustraciones con su abrigo en rojo.

Lo que sí es cierto, es que la imagen actual y el ritual de los niños en brazos de este, que forman parte de la exitosa campaña de Coca-Cola, la cual es una constante en nuestras Navidades desde entonces, si es el resultado de su estrategia de actuación frente a la crisis de reputación que se veía envuelta en aquellos años.

Y que ya casi nadie recuerda el color original del traje de Santa Claus.

El éxito de una campaña de márketing bien dirigida y orquestada, han cambiado parte de los rituales de nuestra vida. Como muchos otros.

Y este será el tema de mi próximo post, Rituales y Marcas

¿Cuántos rituales sigues en tu rutina diaria? ¿Sabes que muchos de ellos han sido estratégicamente introducidos por las marcas debido a la manera que nos vinculan con ellas?

¿Te lo vas a perder?

Hasta entonces;

¡Feliz Navidad!

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Algunas ideas para empezar bien el 2013.


Faltan ya pocos días para que acabe el 2012. Un año, desde mi punto de vista, marcado por la falta de liderazgo en la política a nivel económico en general. 

Hablando con antiguos compañeros de trabajo, en estas fechas aún estaban planificando los objetivos de año próximo. Y es que no es nada fácil “predecir” como será el año 2013, que ya está llamando a nuestra puerta y que lo recibimos… con incertidumbre.

Ahora que es también momento de reflexión y análisis sobre nuestro trabajo y cómo afrontar los retos venideros, quería compartir contigo algunas ideas para empezar bien el 2013.

No son recetas mágicas, ni mucho menos palabras de gurús trasnochados, de esos que cuando todo ya ha pasado, ellos ya lo sabían (¿por qué no nos avisaron?).

Son solo algunas ideas que todos tenemos en mente pero que la vorágine del día a día, que a veces nos lleva un poco sin rumbo, nos hace que las olvidemos.

No las voy a redactar en orden de importancia, pues podríamos entrar en una discusión sin fin de cual va antes o después. Simplemente las recojo a modo recopilatorio.

Y desde luego, me gustaría que fuera solo el principio de una lista que completáramos entre todos, ¿te animas?

  • Diferenciar no es hacerlo diferente. Es destacar un atributo que sea relevante para el cliente y no para el diseñador, producción o responsable de producto o quien tome las decisiones del mismo en tu empresa.
  • Cuida a tu cliente, es tu bien más preciado y lo que da sentido a tu empresa. Recuerda cada vez que estés delante de uno, como te gusta que te traten a ti cuando estás en su lugar y ponlo en práctica.
  •   Involucra a tu cliente en el desarrollo de tus nuevos servicios o productos, al fin y al cabo los estas diseñando para él, ¿no? Hazlo tu partner.
  •   Planifica un evento de márketing experiencial para el 2013. Monitorízalo y mide su efectividad.
  •   ¿Qué estás haciendo con tus RRSS y tu web? Si las tienes porque alguien te convenció en su momento de que eran vitales para tu negocio, pero las tienes abandonadas, liquídalas. ¿Has probado a entrar en webs de la competencia o de otras empresas y ver la sensación que da que estén como el primer día? ¿Hay alguien ahí?
  •    Las grandes ideas lo son cuando el mercado te ha dado el OK. Compártelas, ponlas a prueba. Exponlas a todo el mundo, seguro que te ayudara a darle la forma definitiva y a mejorarla. Y no temas en que te la copien, eso tarde o temprano sucederá.
  • Por ello, la mejor diferenciación eres tú y tu equipo. Vosotros sí que haceis vuestro producto/servicio diferente. ¡Y eso si es inimitable!
  • Pregúntale a tu cliente que estás haciendo mal, (bueno, o no estás haciendo bien del todo) y pídele que te ayude a mejorar.
  •   No dejes que tu empresa la dirija el departamento financiero (salvo que seas de este sector). Las empresas que conocen bien a sus clientes y su mercado, toman las decisiones mirando a este y no al escandallo.
  •  Recuerda que se aprende tanto o más de los fracasos que de los casos de éxito.
Y sobre todo, disfruta de tu trabajo, pero también dedícale tiempo a tu gente, de tus colegas, de tu familia y amigos y no te olvides de compartir con ellos muchos momentos este 2013.

Al final, cuando los éxitos o fracasos profesionales hayan desaparecido, ellos serán los que permanezcan a nuestro lado. ¡Cuídalos!

¡Feliz 2013! ¡ Entre todos haremos que este sea un año memorable!